Hoy en día no existe un tratamiento que cure la endometriosis. Dependiendo del caso, existen tratamientos cuyo objetivo es el de limitar los síntomas y mejorar la calidad de vida de las persona afectada. La elección del tipo de tratamiento dependerá del tipo de endometriosis que se padezca, de la edad o de cómo se desarrolle la enfermedad.
La endometriosis se convierte en una enfermedad cuando sus síntomas tienen un impacto negativo sobre la calidad de vida y dificultan la fertilidad. Por tanto, es sobre los síntomas sobre lo primero que hay que actuar. El tratamiento de la endometriosis consiste esencialmente en aliviar el dolor. Se recomienda iniciar un tratamiento solo cuando la endometriosis tiene un impacto negativo en la calidad de vida o en el funcionamiento de alguno de los órganos de quien la sufre. El tratamiento puede presentarse de varias formas. Podemos recurrir a un tratamiento de tipo analgésico y/o antiinflamatorio, es posible también recurrir a un tratamiento hormonal. En algunos casos, hay que considerar la intervención quirúrgica. Las terapias no medicamentosas como la acupuntura, la osteopatía, el yoga o la hipnosis pueden resultar útiles para mejorar la calidad de vida y luchar contra el dolor, como complemento a un tratamiento medicamentoso. Otra opción a la que se puede recurrir para aliviar los dolores sin medicamentos es la electroterapia (TENS). El tratamiento elegido dependerá del tipo de endometriosis, de las preferencias de cada persona, de la tolerancia y de la eficacia del tratamiento. En algunos casos, resulta necesario el apoyo psicológico de un profesional.
Los dolores crónicos de la endometriosis son principalmente debidos a la inflamación y a las adherencias con otros órganos que se generan por el sangrado de las lesiones endometriales en el momento de la menstruación. Para tratar los Dolores provocados por la endometriosis, se utilizan principalmente los analgésicos denominados “antiinflamatorios no esteroideos o AINEs”, con la intención de disminuir los síntomas. De hecho, estos ayudan a aliviar el dolor menstrual porque la mayoría de ellos actúa bloqueando la producción de las prostaglandinas (moléculas inflamatorias que producen inflamación y desencadenan dolores). Sin embargo, el tratamiento con AINEs no se recomienda en largos periodos debido a sus efectos secundarios a nivel gástrico y renal. No hay datos que evalúen la eficacia del paracetamol o los analgésicos opioides en las endometriosis dolorosas (1). Por tanto, no se ha demostrado su eficacia.
Con el fin de reducir las lesiones de endometriosis que son hormono-dependientes (es decir, que reaccionan a las hormonas segregadas por el cuerpo, los estrógenos en este caso) y que evolucionan según el ciclo menstrual, los médicos prescriben tratamientos hormonales que consisten, por lo general, en frenar o bloquear la secreción de estrógenos por parte de los ovarios, provocando la detención de la menstruación (amenorrea). Gracias a la eliminación de la menstruación, y por tanto a la desaparición del sangrado de las lesiones, los dolores se atenúan o desaparecen y las lesiones disminuyen. Sin embargo, muchas lesiones como las adherencias, los endometriomas (situados al nivel del ovario) y las lesiones fibrosas cicatriciales son insensibles a las hormonas y no se reducen con este tratamiento.
Cuando el tratamiento medicamentoso no da resultados, puede llegar a considerarse la opción de operar a la paciente para destruir (por coagulación laser o vaporización) o extirpar (resección) las lesiones producidas por la endometriosis dondequiera que se encuentren, preservando el útero y los ovarios. Para que la cirugía sea útil, se deben retirar los nódulos, las lesiones, de la manera más exhaustiva posible, con el fin de hacer desaparecer los síntomas dolorosos durante muchos años y de evitar una potencial regeneración, que siempre es posible que pueda ocurrir. Esta intervención se realiza la mayoría de las veces por laparoscopia, técnica que facilita el tratamiento postoperatorio y limita las adherencias. Se trata de introducir un pequeño tubo a la altura del ombligo para evaluar primero la extensión y la naturaleza de las lesiones de endometriosis. Los procedimientos quirúrgicos realizados dependerán del tipo, del número y de la localización de las lesiones más graves.
La tasa de recaída después de la operación es alta dentro de los dos años posteriores a la operación y por ello, se suelen prescribir tratamientos hormonales después de esta (siempre y cuando la mujer no quiera quedarse embarazada).
Las operaciones efectuadas con precisión sobre las lesiones de endometriosis tratan la enfermedad y pueden favorecer el embarazo. Por el contrario, para las lesiones de endometriosis ovárica, la función ovárica puede verse comprometida por la cirugía con posibles efectos negativos sobre la fertilidad después de la operación.
La electroterapia TENS (traducido al español como: Neuroestimulación eléctrica transcutanea) es una tecnología médica que alivia el dolor gracias a una corriente eléctrica de baja intensidad.
Es una solución no medicamentosa que permite aliviar un gran número de dolores agudos o crónicos, como los dolores pélvicos. Es una tecnología utilizada por muchos profesionales de la salud en clínicas de fisioterapia, hospitales y unidades del dolor.
El TENS es eficaz en dolores menstruales y dolores ligados a la endometriosis . En varios artículos de 2020 (2), se muestran los resultados de muchos estudios que demuestran la eficacia del TENS para reducir el dolor y mejorar la calidad de vida de las pacientes afectadas por dismenorrea (dolores menstruales). Esta tecnología también permite disminuir el consumo de analgésicos, sobretodo de antiinflamatorios. Un estudio brasileño de 2015 (3) demostró la efectividad de la tecnología TENS sobre los dolores ligados a la endometriosis, siendo eficaz tanto para los dolores durante la regla como para los dolores sufridos durante el resto del ciclo y también para los dolores ocasionados durante las relaciones sexual.
Los dispositivos TENS se basan en un mando electrónico conectado a electrodos que se adhieren a la piel y transmiten la corriente eléctrica.
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