La alimentación y el bienestar están estrechamente vinculados. En nuestro menú, la selección de productos y la forma de cocinarlos tienen un impacto significativo en la energía de que disponemos, pero también en la aparición de ciertos dolores como los dolores de regla.
Al ajustar sus dietas, las mujeres con dismenorrea (o reglas dolorosas) a menudo obtienen un alivio importante.
Entender el efecto entre ciertos ingredientes, las reacciones inflamatorias y el ciclo menstrual puede, por tanto, ayudar a las mujeres a tomar medidas concretas para mejorar su bienestar antes y durante la regla.
El metabolismo humano es una máquina tan fascinante como frágil. Su equilibrio pende a veces de un hilo, o más concretamente de la ingesta de un alimento que le puede hacer reaccionar contra lo que considera como una agresión. Este equilibrio también puede verse alterado por los cambios hormonales que se producen en las distintas fases del ciclo menstrual.
Los tejidos del sistema digestivo se ven especialmente afectados por las reacciones inflamatorias. ¿Qué tipos de alimentos los provocan y deben evitarse durante la menstruación?
Consumidos a menudo por la comodidad inmediata que ofrecen, estos productos pueden provocar dolores inflamatorios que pueden evitarse limitando su consumo. Se trata principalmente de:
Los productos lácteos, como la mantequilla, la leche entera y el queso, al igual que la carne roja, desempeñan un papel importante en la dieta. Aunque no estén procesados, son ricos en grasas saturadas y, por tanto, favorecen las reacciones inflamatorias de las paredes digestivas. Por lo tanto, se debe moderar su consumo, especialmente cuando se acerque la regla
El gluten es una sustancia formada por las proteínas de ciertos cereales (trigo, centeno, avena...) que se utiliza en la industria agroalimentaria. Si una parte muy pequeña de la población (<1% (1)) ha desarrollado alergia al gluten, denominada enfermedad celiaca, una mayor proporción se ve afectada por trastornos digestivos relacionados con la baja tolerancia a este producto.
La fuerte inflamación del intestino delgado tras la ingestión de alimentos que lo contienen puede, a su vez, favorecer los síntomas inflamatorios asociados naturalmente a la menstruación.
En concreto, los alimentos demasiado grasos, demasiado dulces, así como las bebidas con cafeína o alcohol y, en algunos casos, los alimentos que contienen gluten pueden:
Por tanto, se trata de alimentos quepueden influir en la energía y el bienestar, sobre todo al final del ciclo menstrual, cuando los cambios hormonales se suavizan.
La dismenorrea se manifiesta como calambres uterinos, dolor de espalda y de mamas, migrañas, pero también náuseas, diarrea y estreñimiento. Estos últimos ilustran la estrecha relación entre el período menstrual y la inflamación del tracto digestivo.
Sin prohibir totalmente el consumo de ciertos alimentos, cada una puede intentar controlar su consumo de los productos mencionados, a su propio ritmo y sin más limitaciones que la motivación de sentirse mejor.
El dolor menstrual suele estar relacionado con un desequilibrio hormonal que se produce de forma natural durante las fases del ciclo menstrual, pero también de forma artificial bajo la influencia de perturbadores o disruptores endocrinos.
Se encuentran en frutas y verduras tratadas con pesticidas, o incluso en ciertos productos lácteos, carne o pescado. Pueden acentuar el desequilibrio hormonal hasta el punto de agravar los dolores menstruales: por eso es fundamental elegir bien los alimentos y procurando escoger productos ecológicos.
Cuando se experimenta dolores menstruales , el síntoma más común es una sensación de calambres intensos en la parte baja del abdomen. Esto está relacionado con la acción de un elemento químico llamado prostaglandina proinflamatoria, cuya misión es la de provocar contracciones del útero para evacuar la sangre hacia la vagina.
Existe otro tipo de prostaglandina que es antiinflamatoria y puede reducir el dolor. Su producción puede estimularse gracias al consumo de ciertos alimentos.
Hay que aumentar el consumo de dos tipos de tipos de alimentos antiinflamatorios clásicos para limitar el dolor que se siente durante la menstruación.
El omega 3, que se encuentra principalmente en pescados grasos como el salmón, las sardinas, la caballa o las nueces, el aceite de linaza y otras semillas oleaginosas.
Tiene la ventaja de reducir eficazmente la acción de la prostaglandina proinflamatoria, mencionada anteriormente.
Nuestra dieta puede provocar una sobreproducción de estrógenos en nuestro organismo. Estos se suman a los que produce naturalmente el cuerpo femenino y con este excedente aumenta la hinchazón. Los intestinos se vuelven perezosos, e incluso las mamas están doloridas.
Todos los alimentos industriales azucarados pueden provocar esta sobreproducción de estrógenos. Los alimentos ricos en fibra, en cambio, ayudan a combatir la concentración de esta hormona.
Cuando se aproxima la menstruación, las mujeres pueden incluir en su dieta las bayas (grosellas, arándanos o arándanos rojos), a las semillas de chía, pero también a las frutas y verduras frescas no procesadas o ecológicas para restablecer el equilibrio.
Los especialistas en nutrición te pueden explicar los desequilibrios causados por la dieta y dan buenos consejos a sus pacientes para llevar una alimentación más acertada durante el ciclo.
Si las dismenorreas son intensas y persistentes, la visita con su médico ayudará a encontrar la causa. También puede orientar a las mujeres hacia otras soluciones alternativas como la electroterapia TENS , con Urgo Parche de Electroterapia Recargable para Dolores Menstruales, que presenta una eficacia para el 92% de las voluntarias que lo han probado (2).